Instalación eléctrica

Antes de hacer el contrato de la luz, viene bien saber qué tipo de instalación tiene su hogar, ya que dependiendo de esto podrá contratar más o menos potencia.

Lo más normal es que la mayoría de las casas tengan una instalación monofásica, que permite contratar una potencia de hasta 220V, suficiente para un uso doméstico. Este tipo de instalación es, además, la que permite ahorrar más en la factura de la luz, ya que una instalación bifásica o trifásica, al permitir contratar más potencia, también suele resultar más cara.

La potencia eléctrica que va a necesitar contratar dependerá del equipamiento eléctrico que vaya a haber en su casa y, por tanto, de la potencia que le va a hacer falta para poder ponerlos en funcionamiento. Esto depende de elementos tales como la cantidad de personas que haya en la vivienda o el número de electrodomésticos que vaya a tener y del uso que le vaya a dar.

Para que se haga una idea, la instalación monofásica es más propia de hogares normales, mientras que la trifásica es habitual en naves, comercios o empresas que necesitan electricidad suficiente para poder utilizar todo el equipamiento eléctrico necesario para que el negocio pueda funcionar.

 

Si lo desea, consulte dónde y cómo hacer el contrato con la CFE.