Consejos para ahorrar en la factura de la luz

El ahorro en la electricidad es un imperativo en nuestros días no solo por el gasto económico que supone, sino de cara a la conservación ambiental y a la reducción de la explotación de recursos.

A continuación, puede consultar algunas acciones que puede emprender para moderar su consumo energético y ahorrar en su recibo de la luz. No es necesario que los ponga todos en práctica al mismo tiempo. Cualquier cambio puede suponer un pequeño ahorro que, poco a poco, se irá sumando a los demás.

 

Aproveche todo lo posible la luz del sol

La luz del sol es nuestro recurso más eficiente, abundante y económico. Por tanto, debe ser utilizado en lo posible para cubrir nuestras necesidades energéticas. Utilícela para secar la ropa tendiendo fuera, para calentar la casa dejando que entre por sus ventanas y para iluminar las estancias.

Acciones como colocar las mesas de estudio o butacas de lectura cerca de las ventanas pueden suponer un ahorro considerable, dependiendo del tempo que se dedique en su casa a estas actividades.

Puede usted también colocar espejos estratégicamente que reflejen la luz de las estancias más iluminadas hacia las más oscuras, ya que esto le puede permitir prescindir de la luz eléctrica durante unas horas todos los días.

 

Controle la temperatura de su hogar

Tenga en cuenta la temperatura más adecuada para el interior de su casa.

En primer lugar, vea si puede conseguirla abriendo o cerrando todas las ventanas o sólo algunas, o cerrando las contraventanas, persianas o cortinas. Si cierra ventanas, contraventanas y cortinas del lado soleado de su casa, pero abre las del lado sombreado, por ejemplo, puede conseguir que la temperatura descienda en el interior de su hogar. O puede tratar de buscar corrientes de aire.

Pero si afuera hace demasiado frío o calor y necesita recurrir a un termostato, tenga en cuenta que la temperatura ideal para un hogar durante el día se ubica entorno a los 20-23ºC por el día, y sobre los 15-17º por la noche.

También puede programar el tiempo para que la calefacción o el aire acondicionado se activen un poco antes de que usted llegue a casa.

Finalmente, tenga en cuenta que en caso de que tenga frío, a veces es mejor utilizar en casa un jersey o una bata antes que elevar la calefacción.

 

Revise regularmente su caldera

Si el sistema de calefacción y de calentar en agua que utiliza es eléctrico, deberá revisar que no haya radiadores cubiertos por ropa o tapados por muebles, ya que esto reduce notablemente la cantidad de calor que aportan al hogar.

En caso de que su sistema sea de gas, deberá ocuparse de revisar la caldera una vez al año para asegurarse de que funciona correctamente y de que no consume más de lo necesario. También se prevendrá de averías y posibles accidentes que, en el caso de las calderas de combustión interna, pueden llegar a ser bastante peligrosos.

Ocúpese de purgar sus radiadores todos los inviernos para evitar que tengan burbujas de aire que hagan menos eficaz el sistema de calefacción.

 

Aísle su hogar

Si está pensando en cambiar las ventanas o las puertas, piense en la posibilidad de instalar aquellas que resulten más aislantes de la temperatura exterior. Una ventana con doble o triple acristalamiento supone evitar una pérdida de temperatura importante con respecto a la temperatura de la calle. No sólo eso, sino que además conseguirá aislar mejor su casa del ruido, lo cuál también es una ventaja añadida de cara a la comodidad dentro del hogar.

 

Tome duchas breves y no se bañe

Aunque las duchas largas son un placer para todo el mundo, el consumo de energía que suponen es bastante notable. Calentar agua durante un largo espacio de tiempo es un gasto energético que muy bien puede acortarse. Una ducha de entre 5 y 7 minutos es más que suficiente para mantener una correcta higiene.

Con esta medida no sólo conseguirá ahorrar electricidad o gas, dependiendo del aporte que utilice para calentar el agua. También supondrá un ahorro de agua, por lo que el planeta y su bolsillo se lo agradecerán por partida doble.

 

Elija electrodomésticos eficientes siempre que pueda

Si ha llegado el momento de cambiar algún electrodoméstico, como la lavadora o el frigorífico, y va a comprar uno nuevo, preste atención a la eficiencia energética de su nueva adquisición. Los mejores son los que menos consumen.

Es verdad que, normalmente, en un principio resultan más caros que aquellos que tienen una eficiencia energética menor. Pero a la larga esa diferencia de precio se amortiza, ya que ahorrará mes a mes en su recibo de la luz. Y al cabo de los años, se encontrará con que el aparato le ha salido más barato que si se hubiera decidido por el menos eficiente.

 

Utilice adecuadamente sus electrodomésticos

El uso adecuado de electrodomésticos es importante de cara al ahorro de energía, por lo que conocer el mejor modo para emplearlos puede suponer una disminución considerable de su recibo de la luz al cabo del año:

  • Cargue al máximo la lavadora y el lavavajillas.
  • Utilice una temperatura de 40º como máximo, si necesita agua caliente. En el caso de la lavadora, puede usarla con agua fría.
  • Utilice ollas y sartenes del tamaño más adecuado. Cocine con la tapa de la olla o con una olla a presión para necesitar una cantidad menor de energía. Procure terminar de cocinar utilizando el calor residual que queda tras apagar el fuego.
  • Las placas de vitrocerámica consumen más electricidad que las placas de inducción. Cuando llegue el momento de cambiar su vitrocerámica, tenga esto en cuenta.
  • Regule la temperatura de su frigorífico, de 3 a 7 ºC. Vigile que no acumule escarcha, y procure mantener limpia y ventilada la parte trasera para que el motor no se sobrecaliente.

 

No deje sus electrodomésticos en stand-by

Hay una cantidad muy importante de aparatos que, cuando están apagados, quedan en stand-by. Se trata de un estado de suspensión que, muchas veces, se puede comprobar por la presencia de una luz roja, y que indica que el electrodoméstico sigue recibiendo un pequeño aporte de energía. A este tipo de consumo se le llama “consumo silencioso”, ya que muchas veces pasa completamente inadvertido.

Se habrá fijado en este detalle en muchos aparatos de su hogar: televisiones, ordenadores, termos, cafeteras…  Este aporte de energía puede ser permanente, en caso de que nunca lo desenchufe, y al final del año supone un gasto importante. Para evitarlo, puede elegir entre dos opciones:

  • Si su aparato está enchufado a una regleta, puede optar por comprar las que disponen de un interruptor, y mantenerlas apagadas mientras no esté utilizando ninguno de los electrodomésticos que tiene enchufados.
  • Si su aparato está enchufado directamente a una toma de pared, puede desenchufarlo para que deje de recibir un aporte energético mientras no lo está usando.

 

Cuide la iluminación de su hogar

La luz en las casas es un elemento importante en el gasto energético, ya que más o menos el 20% del consumo eléctrico del hogar corresponde a la iluminación.

Cuando cambie las bombillas, adquiera unas de tipo LED, que duran mucho más tiempo y consumen mucha menos electricidad. Al igual que sucedía con los electrodomésticos, notará que son algo más caras que las de bajo consumo y las incandescentes, pero le sorprenderá el significativo ahorro en su factura de la luz.

Tenga también en cuenta que los halógenos consumen bastante luz, ya que emiten mucho calor.

Por otro lado, vigile que no haya más luces encendidas de las que necesite. Recuerde apagar las luces siempre que salga de una habitación en la que no se encuentra nadie.

Además de lo anterior, puede ajustar la iluminación a la actividad que esté realizando en el momento. Procure no encender más luces de las necesarias. Para estar en una sala de estar, muchas veces es suficiente con una luz ambiental, mientras que si se encuentra leyendo en su butaca una luz dirigida al libro puede bastarle para leer sin que sufra su vista. En cambio, si se encuentra haciendo la cena en la cocina, es muy probable que necesite una luz cenital o, dependiendo dónde se encuentre esta, también una luz dirigida.

 

Revise su factura de la luz

Para controlar su consumo, es recomendable que revise regularmente su factura de la luz para ver en qué momentos del año su consumo es mayor, averiguar los motivos de ese aumento y planificar estrategias para disminuirlo.

También puede revisar su medidor con regularidad para ver cuánto está consumiendo en ese periodo de facturación, ya que es más fácil tomar conciencia con el consumo más inmediato, al igual que establecer estrategias de ahorro a corto plazo.

 

Plantéese el autoconsumo

El consumo de la red eléctrica general es lo más habitual en los hogares mexicanos. No obstante, en un país con la exposición solar que tiene México, la posibilidad de instalar placas solares en su propiedad puede resultar bastante atractiva.

No sólo le garantiza disponer de energía limpia, sino que además le permitirá ahorrar extraordinariamente en su recibo de la luz, ya que la cantidad de energía que deba tomar de la CFE se reducirá muchísimo, en caso de que decida mantener la conexión. Por tanto, esta opción supone una excelente posibilidad de ahorro.

 

Conozca también cómo puede leer su medidor de energía eléctrica y cómo puede controlar su consumo de energía.

 

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